LA ‘REINA DEL
SUR’ ES EL NEXO ENTRE EL NEGOCIADOR DE TIERRAS DE ASIA Y LA EXTORSIÓN.
Hallazgo. Se
llama Deborath Celeste Villalobos Torres. Tres de sus hermanos purgan prisión
por extorsión, y un cuarto fue asesinado en disputa de tierras. Hoy es la
esposa del hijo del todopoderoso presidente de la Comunidad Campesina de Asia.
Y desde enero de este año ella participa en hechos donde el accionar
violentista que implantaron sus hermanos se confunde con el negociado de
tierras que promueve su suegro.
Escribe Edmundo
Cruz y Elízabeth Prado.
A comienzos
de año, la temporada de playa bajó el ritmo de construcción de obras en Asia y
las bandas delincuenciales que operan en el distrito parecieron virar del cobro
de cupos a la invasión de terrenos.
El cambio de
giro llegó acompañado de una novedad: una mujer joven y menuda fue divisada por
los lugareños cumpliendo roles protagónicos por lo menos en tres ocupaciones de
predios ocurridas en enero y febrero últimos.
En el lote
denominado "La Entrada", propiedad de Negocios Inmobiliarios Boston
S.A., altura del kilómetro 94,5 de la Panamericana Sur sobre el cerro Culebra,
la dama fue vista representando a los ocupantes del terreno ante una
intervención policial.
En las lomas
de Vigaray, a dos mil metros de distancia de la Panamericana, kilómetro 98,5,
la misma persona coordinaba con un grupo de seguridad del predio.
En el
kilómetro 112, tres mil metros cerro adentro, detrás de las granjas de Avícola
San Fernando, la activa mujer exigía el permiso del presidente de la comunidad
para dejar pasar a los que irrumpían.
Para los
pobladores fue fácil reconocer al personaje. Se trataba de Deborath Celeste
Villalobos Torres, de padres asianos. Tanta audacia de su parte hizo que el
imaginario la bautizara con el mote "La Reina del Sur". La picaresca
no le incomodó.
–Ja ja ja, lo
de reina... puede ser –comentó la tarde del miércoles de esta semana cuando la
abordamos frente a su Gimnasio Spa Krishna, en Rosario de Asia.
DETRÁS DEL
TRONO
Deborath
Villalobos es la única hija mujer en una prole de ocho hermanos. Los mayores
hicieron noticia los últimos cuatro años en hechos de extorsión ocurridos en el
distrito de Asia y alrededores, pero ella nunca antes fue vinculada con
semejantes actos.
Nació en Lima
en 1985 y hoy frisa 28 años de edad. Sus padres, originarios de Asia, mudaron
entonces a Villa El Salvador en busca de mejoras, pero el jefe de familia tuvo
problemas que lo obligaron a salir en polvorosa. Lo cierto es que el 2005 toda
la familia Villalobos Torres había retornado a la comunidad de sus ancestros.
Asia se había vuelto una tentación.
Dick Kelly y
César Julián II, los dos primeros del clan, no tardaron en incorporarse al
Sindicato de Construcción Civil de Asia. Activaron a su modo y se valieron del
gremio, hasta que en octubre del 2010 la mitad de la directiva sindical fue
sorprendida extorsionando a la empresa Inversiones Tenerife, de propiedad de
Javier Musiris. César Julián II era parte de la directiva sindical y su hermano
Dick lo había acompañado en la perpetración del delito. Hoy, ambos cumplen
condena en el penal Aucayama de Huaral.
Presos los
mayores, los Villalobos Torres libres no se apartaron del sindicato. La posta
la tomó el número 3 de los hermanos: Kid Telly, quien con el respaldo que
recibía desde el penal siguió ejerciendo presión.
"Hacía
lo que quería dentro del sindicato y empezó a entrometerse en el campo comunal.
Invadía terrenos a pesar de que tenían propietario. El presidente de la
comunidad daba un nuevo certificado de posesión y Kid los vendía", relata
Luis Camacho Medina, actual secretario general de construcción civil de Asia.
Los testigos
recuerdan algo realmente significativo. Afirman que Kid siguió prestando
servicios de protección al presidente de la Comunidad Campesina de Asia,
Fernando García Huasasquiche, función que –según testimonió Camacho– habían
iniciado los hermanos de Kid.
Todo esto
hasta que en agosto del 2013, en el límite de la Comunidad de Asia con su
vecina Coayllo, el temido Kid fue asesinado. La gente dice que no reparó en
invadir el terreno de un policía de grado superior, lo que habría sido su
Waterloo.
La
trayectoria de sus mayores, conocidos como "Los Peluca", sugería una
suerte de dinastía. ¿Cómo asumirían el reto los que seguían?
Desde el
2011, Dirk César, dos años menor que Deborath, estaba recluido en el penal de
alta seguridad de Piedras Gordas, acusado del asesinato de dos jóvenes de Villa
El Salvador, su anterior barrio. El turno entonces tocó las puertas de
Deborath. Desde hace cuatro años, ella es esposa de Alan Guillermo García
Penas, hijo del presidente de la Comunidad Campesina de Asia, con quien forma
un hogar.
Sobre la
decisión que "La Reina del Sur" ha tomado, los hechos hablan por sí
solos.
GARCÍA EN
ESCENA
El 6 de
febrero por la mañana, la División de Protección de Obras Civiles (Divproc) de
la Policía Nacional sorprendió a Deborath Villalobos y a su esposo Alan García
en el ingreso al cerro Culebra dentro de la jurisdicción del lote "La
Entrada", un predio que desde el mes de enero era escenario de disputas
entre bandas armadas de supuestos obreros de construcción civil.
La noche
anterior, Marco Rengifo Ponce, apodado "Culqui", había sido herido de
bala en Rosario de Asia, y Divproc acudió a indagar la causa del atentado que
se suponía relacionada con ese lote.
Deborath fue
la primera en hacer frente a la Policía en un intento de justificar la
presencia de los ocupantes del terreno. No portaba DNI, pero declaró sus
nombres y apellidos completos. La locuaz mujer se extendió en explicaciones a
la autoridad, acompañada de su cónyuge, en tanto a sus espaldas, sin separarse
de ellos, permaneció alerta José Yaya Arias. El marido se escabulló del grupo
para hacer una llamada telefónica (ver foto).
Hasta que a las
9 y 30 de la mañana, probablemente respondiendo al llamado de su hijo Alan,
arribó al lugar el presidente de la Comunidad Campesina de Asia, Esteban
Fernando García Huasasquiche, flanqueado por su propio séquito.
"Los
muchachos están trabajando en propiedad de la comunidad", fue lo primero
que declaró el sexagenario dirigente comunero. Y, a renglón seguido, reclamó a
la Policía: "Por favor, dejen trabajar a la gente, el otro día quitaron
los celulares, todo. ¿Qué pasa, jefe, qué pasa?".
Sin
inmutarse, el superior de Divproc exigió:
–Ya, dime...
la propiedad ¿de quién es?
"todo,
todo..."
–De la
comunidad –respondió García Huasasquiche.
–¿Hasta dónde
llega la propiedad? –inquirió Divproc.
–Todo esto,
todo esto –proclamó García señalando con su índice el lote "La
Entrada", el poblado 9 de Octubre y las zonas circundantes.
–¿Lo que está
al frente también? –repreguntó el policía.
–Todo, todo,
28 mil hectáreas tenemos –se escuchó decir a García Huasasquiche en un audio al
que La República tuvo acceso.
Lo que el
cuestionado presidente comunero afirmó a la autoridad respecto a la propiedad
del lote "La Entrada" no concuerda con lo que se lee en Registros
Públicos.
Falta a la
verdad. Revísese la partida número 21181103. Ahí consta el título de dominio
según el cual el predio "La Entrada" fue adquirido por Negocios
Inmobiliarios Boston S.A. al precio de 4 millones 101 mil 335 dólares americanos,
el 12 de junio de 2013.
La Comunidad
Campesina de Asia fue propietaria de este inmueble hasta el 18 de marzo del
2008, fecha en que el mismo García Huasasquiche lo vendió a William Elías
Rodríguez Landeo, por 150 mil dólares. Es lo que consta en la minuta de ese día
extendida por la notaría Noriega, de Cañete.
QUIÉN PAGA
Al insistir
la Policía en quiénes eran los que estaban levantando y financiando el cerco,
el presidente comunero alegó: "Los que están haciendo faena son los
comuneros... es dinero de la comunidad el que se está invirtiendo y aquí están
ganando jornal".
Otra es la
versión que Jorge Velarde, director administrativo de Boston, dio a esta
redacción.
"Es
absurdo que Fernando García se ponga a decir que el cerco lo ha pagado la
comunidad cuando nosotros hemos contratado acá (oficina de Boston) con él y con
su tesorero Daniel Acuña Malásquez. Nosotros contratamos a personas del mismo
distrito de Asia. Construyeron, les pagamos, hubo un contrato con el mismo
García Huasasquiche", precisó el abogado Jaime Barba.
"La
Entrada" es un lote estratégico enclavado en el cerro Culebra. Lo
atraviesa una carretera de cuesta, el único ingreso a las playas El Golf, Coral
y Arenas. En esta última veraneó la familia presidencial este año.
El lote de
Boston fue invadida el 8 enero por un grupo que esgrimió una minuta notarial de
traslado de posesión del comunero Dionisio Manco a favor de la empresa Vistony,
de propiedad de los hermanos Hidalgo Solís.
En dos meses,
el predio fue cercado por el contratista Miguel Lara, que no se sabe
exactamente quién lo contrató.
"¿Quién
contrata a Miguel Lara? Entiendo que Vistony. ¿A quien le compra Vistony? A
Dionisio Manco. ¿Y Dionisio Manco quién es? Es un testaferro de la
comunidad". Lo dice Jorge Velarde Meyer, uno de los dueños de Boston.
INVASIONES,
DISFRAZ DE LA EXTORSIÓN, EN EL RECIENTE VERANO DE ASIA
En opinión de
Luis Camacho Medina, actual secretario general del Sindicato de Construcción
Civil de Asia, la extorsión en ese distrito ha mostrado una nueva cara en el
verano pasado. A modo de ejemplo pone el caso del lote "La Entrada",
de propiedad de la empresa Boston.
"Fernando
García hoy en día, dice Camacho, está tomando terrenos, los invade con la gente
de Eduardo López (secretario general del sindicato de Santa Cruz)y con la gente
de los Villalobos.
Ambos toman
terrenos con dueño, los invaden y los revenden a otros. Así están
haciendo", afirma.
"En el
caso de Boston, el grupo de López es el invasor. Luego, Fernando García llama
al dueño del predio invadido y presenta al grupo de los Villalobos como una
alternativa de desalojo, tal si fuera otra gente, pero al final es la misma
gente".
"A esa altura del juego –sostiene
Camacho–, ambos grupos simulan un choque, pero eso es un engaño para buscar
sacar más plata a los dueños, a los propietarios, de uno y otro lado".
Por su parte,
Eduardo López Castañeda, del sindicato de Santa Cruz, niega toda vinculación
con García Huasasquiche. "Nos han contratado para hacer un cerco y no para
cuidar el terreno. Nos contrató el señor Miguel Lara. Estuvimos en ese cerco
hasta su culminación: dos meses, enero y febrero".
Según López,
la violencia llegó a Asia cuando los Villalobos cayeron por el tema de la
extorsión. "Pero lo que hay en Asia no es tanto extorsión. Acá lo que
existe es tráfico de terrenos", dijo.
"Sabemos
que el presidente de la comunidad está metido en varios tráficos y más bien me
gustaría que eso se llegué a aclarar", demandó.
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